La biografía de

Alicia Castro publicada por ECON Munich

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La Habana, 1932. En los cafés de los Aires Libres siete muchachas, algunas aún menores de edad, causan sensación. Sorprenden al público tocando son y cantando letras atrevidas. La más jóven, Millo, suena el bongó apasionadamente. Qué  escándalo! Exclama la gente al ver una orquesta de mujeres, pero la burguesía, la cual durante mucho tiempo había discriminado el son a causa de sus raices africanas, calificándolo de primitivo y vulgar, acoge a la nueva agrupación y su música con entusiasmo. Se trata de la misma música, que actualmente vuelve a estar en boca de todos a través del éxito de ”Buena Vista Social Club”. En 1932 siete hermanas de la familia Castro adoptan el nombre de ANACAONA en honor de la famosa princesa indígena que se opuso a los españoles en el Caribe. Ellas ingresarán a la historia de Cuba como el primer septeto femenino de son. Medio siglo más tarde ANACAONA será declarado ”Patrimonio Cultural de Cuba”, ya que las hermanas de la familia Castro forman la orquesta femenina que permaneció durante mayor tiempo presentándose en público hasta 1989.

La historia de ANACAONA empieza a fines de los años veinte en medio de la Gran Crisis Mundial,  un viernes negro. Matías Castro, comerciante de víveres e hijo de inmigrantes chinos, pierde sus ahorros. Es el segundo golpe para la familia con trece hijos, once hijas y dos varones. El primero ocurre cuando el dictador  y entonces presidente, general Gerardo Machado cierra la Universidad  de La Habana por temor a un levantamiento estudiantil. Los hijos de familias ricas se trasladan al extranjero para continuar sus estudios. La hija segunda en edad, Cuchito, se ve obligada a abandonar su carrera de cirugía dental, a pesar de que le falta poco para concluirla. Inspirada por sus amistades, jóvenes intelectuales, Cuchito decide fundar un septeto de son. Uno de sus amigos, Nicolás Guillen, define el son como la esencia de lo cubano: ”Los cubanos hablan un poco como el son, caminan como el son; en nuestra vida diaria el son está en el humor, en las mujeres, en los piropos – es nuestra manera de vivir.”

Cuchito y sus hermanas entonces logran convencer a sus padres que la música tal vez les permitirá ganarse la vida y finalmente los padres consienten en que sus hijas, algunas menores de edad, animen las noches en el café ”El Dorado” de los Aires Libres del Paseo del Prado. Cerca se situan las celebres ”academias de baile”, burdeles populares y clubs privados. Las muchachas de Anacaona no son las únicas en conquistar el escenario. Pronto surgen otras orquestas femeninas y empiezan a presentarse en los cafés vecinos. Un día los músicos de ”Ensueño” crean la primera orquesta femenina de jazz y opacan con sus instrumentos de viento a ANACAONA. Cuchito inicia el contraataque e integra el resto de las hermanas en un jazz-band. Ahora impresionan al público por su dominio de diferentes géneros musicales, incluído el fox-trot y el swing. Cada una de las hermanas toca varios instrumentos y cambia de instrumentos durante la presentación.

El éxito internacional no tarda en llegar. En 1937 RCA Victor contrata a ANACAONA y publica tres discos. Las muchachas obtienen un contrato para una temporada en un cabaret exclusivo en Nueva York, en Broadway, ”Havana Madrid”. ANACAONA es la atracción principal de la revista, aplaudida por los grandes del jazz de aquella época, quienes visitan su espectáculo con frecuencia: Los directores de orquesta Tommy y Jimmy Dorsey , Harry James y los bateristas Buddy Rich y Gene Krupa por mencionar algunos nombres. Bajo la dirección de Alberto Socarrás, el ”mago de la flauta traviesa”, las hermanas viajan a Paris. En las noches ANACAONA fascina al público del restaurante-cabaret ”Les Ambassadeurs” en los Champs-Elysées. A partir de medianoche se presentan en el boîte ”Chez Florence” de Montmartre alternándose con el legendario ”Quintett du Hot Club de France” de Django Reinhardt y Stéphane Grappelli.

A causa de la Segunda Guerra Mundial las hermanas deciden regresar a Cuba y se dedican al público del Caribe, Centroamerica y Suramérica. Su show-band es muy solicitado e integra a cantantes de renombre - entre ellas las estrellas internacionales Celia Cruz, Omara Portuondo y Graciela Pérez (la hermana de Machito). En los años 50 ANACAONA participa en varias películas de cine en México, entre otras junto a la famosa rumbera Ninón Sevilla. Cuando Fidel Castro y sus revolucionarios entran en el poder, las hermanas se encuentran de gira en Brasil. Después de regresar a su tierra viven un tiempo de incertidumbre, ya que muchos empresarios y artistas emigran a México o Estados Unidos. La vida nocturna por la cual la Habana fue famosa se apaga. Poco a poco los músicos se organizan de nuevo en sindicatos pero ahora bajo el socialismo. Apoyada por un sueldo fijo la orquesta femenina resiste a los embates del tiempo. Aún mucho después de haber alcanzado la edad legal para su retiro las hermanas siguieron actuando en público, apoyadas por jóvenes músicas. En 1989 se retiran todas las hermanas e integrantes originales de la orquesta.

La base del éxito de ANACAONA fue sin duda su profesionalidad, su dominio de una gran variedad de géneros musicales y sus innovadoras escenificaciones además de ser integrada totalmente por mujeres. Excepcional fue también el que mantuvieron este standard durante casi seis décadas. Hay que tomar en consideración que las integrantes de las otras orquestas femeninas tuvieron que renunciar por la discriminación que se les presentaba en un ámbito profesional dominado por hombres y además por las dificultades privadas. Eran pocos los esposos quienes toleraban que su señora se presentara en el escenario y coqueteara musicalmente con el público. Cuchito, la directora, dedicó buena parte de sus esfuerzos en mantener a la orquesta unida. Si un hombre quería invitar a uno de los músicos a una bebida, las diez hermanas solamente aceptaban una invitación en conjunto. En el plano profesional también rechazaron muchas ofertas. Dizzy Gillespie intentó de contratar a la baterista Millo, a pesar que el ”Rey del Mambo”, Mario Bauzá, le había advertido que las hermanas eran inseparables. Fue en vano. A causa de su unidad la prensa llamó a ANACAONA ”orquesta de solteras”, a pesar que algunas de las hermanas se habían casado.

Hoy cinco de las hermanas Castro todavía viven en La Habana. Alicia Castro, nacida en 1920, se integró a la orquesta a los doce años tocando saxofón, clarinete y contrabajo. En su biografía ”Anacaona - La vida de un músico cubano” cuenta esta historia singular desde su perspectiva particular.